“- Cuando sonríes se
me pasa.
- ¿El qué?
- Las penas, la vida,
todo…”
La estampa lógica para
este look es la arena de la playa, un bonito atardecer y los zapatos en la
mano…
El lápiz de labios movido
después de una cena…
El pelo revuelto por la
brisa del mar…
Pero yo quise enseñártelo
en un polígono industrial. Quise que vieras el vestido en su máximo esplendor,
sin artificios ni decorados que lo acompañen. No lo necesita.
Es increíble para
cualquier evento formal, para ponerlo solo en entretiempo, y también con
medias, botín y una buena cazadora vaquera en marrón o gris para el invierno (por
supuesto, admite más colores, pero son con los que yo lo imagino).
Tiene una caída increíble, el escote es modulable y no puede ser más bonito.
Estos colores no suelen quedarme
bien, ya que tienden a apagarme la cara. Por eso, decidí ponerme un labial
potente, de color marrón rojizo, que diera fuerza a la cara ("Tulle" de los ultra matte lip de Colour Pop), como único complemento al look.
Lo quieres, ¿eh?
No te vuelvas loca, que
te pongo el enlace a la web de Libellule, y te haces con el “rapidito”.
Y tú, ¿eres de vestidos
largos en invierno? ¿O los reservas para el verano?
Muchas gracias por
haber venido.
Nos leemos, ¿vale?
Luchy
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